Mafalda: En esta familia no hay jefes, de Quino
Rebelde, inteligente e idealista, Mafalda comprende mejor que cualquier adulto que en su casa no debería haber estereotipos. La familia sin apellido de Mafalda es algo más que una foto en el mueble-bar: quiere más. De hecho, desde la primera viñeta hasta la última, emprende un viaje para defenderse de la vulgaridad a la que parecía abocada, para salir de la monotonía, para demostrar que la normalidad no existe y que las bases de lo que significa “ser familia”, en todo caso, las pondrá cada uno de ellos.